viernes, 24 de julio de 2009

linfoma TNK nasal no Hodking

Estoy de luto. Después de un año, sigo de luto. Después de escuchar casi a diario frases banales del tipo "Tienes que seguir adelante". " Tienes que rehacer tu vida" y un sinfín de tonterías por el estilo, yo, sigo de luto.

Hace un año que te fuiste, hace un año que Dios te llevo a su lado y te alejo de mi,. Aún puedo recordar como si fuese hoy el temblor de tu mano cogida a la mía en los últimos minutos de tu existencia. Recuerdo lo fría que estaba tu mano poco después de que se acabara para ti la agonía del cáncer, ese maldito linfoma TNK nasal no Hodking que te detectaron y te separó de este mundo para siempre.

Miro hacia atrás y me veo en tu entierro, enfundada en un abrigo demasiado fino para el frió que hacia. Llorando desconsoladamente, y aunque intenté estar fuerte no pude, me debilitaba y me rompía por dentro más y más a cada palabra del sacerdote. Recuerdo el último momento antes de que te enterraran bajo tierra, aferrada a tu féretro, deseando con todas mis fuerzas que solo fuese una pesadilla y que al despertarme aún me encontrara abrazada a tu pecho...

Pero no fue así. Recordaba al mismo tiempo todo lo que había vivido contigo y me parecía increíble que ya no estuvieras aquí. Recordé el último abrazo que te dí acostados en esa dura cama de hospital, cuanto me hubiese gustado congelar el tiempo en ese instante. 

Cuando lograron arrancarme del ataúd  y te metieron bajo nuestros pies, cada palada de tierra me hacía mas daño, y sabe Dios que poco faltó para tirarme al hoyo contigo...

Después de un año, sigo queriéndote tanto o más como el primer día. Puede que no consiga olvidarte nunca,  puede que nunca le entregué mi corazón a otra persona porque correría el riesgo de comparar cada situación, cada gesto, cada palabra contigo y eso no sería justo para nadie.

Dios te alejó de mi lado y te llevo consigo, lo que no se si sabrá es que aunque mi cuerpo decidió dejarlo aquí, mi alma, se la llevo contigo...


domingo, 19 de julio de 2009

Como un niño...

Lorena y David caminaban hacia el cine, sin hablar, cada uno pensando en sus cosas, y David al mirarla podía observar su rostro triste y apagado...


-Lorena, ¿Te ocurre algo? Pareces triste..
-No, no me pasa nada, invenciones tuyas.
-Si tu lo dices...
-(Absorta en sus pensamientos) ¿Que que me pasa? Ojala pudiera decirte lo que me pasa... me pasa que no consigo caminar contigo como si nada, después de tres años juntos me dejaste y te empeñaste en que fueramos amigos, pero yo no puedo...

Contigo he vivido lo que nunca pensé que viviría, cada día a tu lado era maravilloso, cada minuto alejada de ti me parecían siglos, nuestra historia fue tan bonita que parecía sacada de una serie de televisión, aprendí a amar a pulso, entregandolo todo a cada minuto, te abri mi corazón, te entregué mi alma y te amé, te amé como nunca había amado a nadie...

A veces solo necesitaba verte para que una sonrisa invadiera mi rostro, otras estar rodeada entre tus brazos me parecía la mejor manera de ocupar el tiempo, otras las caricias de nuestros dedos entrelazados al pasear por la orilla de una playa perdida escogida para pasar un fin de semana me resultaba el juego mas divertido del mundo, oler tu aroma, ver tu sonrisa, observarte dormir, disfrutar de tu mirada, perderme entre tus brazos, disfrutar del sabor de tus besos, encontrar tus manos perdidas en mi cuerpo, dormir apoyada en tu pecho desnudo...cualquiera de esas cosas me bastaba para tocar el cielo...

Pero todo se acabó, un día llegaste y ya no hubo beso, ni sonrisas, ni miradas, rompiste con tres años de relación de la manera mas fría que había, del modo que siempre dijiste que no usarías, sin explicación ninguna, tan solo dijiste..."todo se acabó...." y desde entonces pretendes que seamos los más amigos del mundo, y que paseemos por la calle como si fueramos simples amigos, y yo no puedo, porque yo te quiero, porque yo quiero lanzarme a tus labios y perderme en tus brazos como siempre, y ya no puedo, y por eso estoy triste, y por eso cuando te empeñas en que quedemos me paso la tarde triste, callada y vacía, porque no puedo hacer como si nada hubiese pasado, no puedo borrar los tres años que hemos vivido, no puedo...

Y si te digo todo esto, serás tu el que estes triste, y te sentiras culpable, y me pediras perdón, y no quiero, prefiero seguir pudriendome y que tu sigas en la ignorancia, pero por lo menos que sigas siendo feliz...Me halaga que te preocupes, pero será mejor que no sepas nada...

-(David la miraba por el rabillo del ojo mientras pensaba) Solo espero que no sea por mi, no soportaria verte sufrir...



Lo que Lorena no sabía es que David era tan niño, que necesitaba que todo en su mundo estuviese perfecto, por eso se contentaba con su respuesta y no insistia más, porque le es más fácil cerrar los ojos y no ver la realidad que abrirlos y enfrentarse a los miedos de Lorena causados por su ruptura, le es mas fácil seguir huyendo que explicar los motivos de su abandono...

lunes, 13 de julio de 2009

Perdóname


Te preguntaras cuál es el motivo de esta carta, bien, te escribo para suplicarte que perdones a este estúpido arrogante que un día cometió la osadía de marcharse de tu lado, después de 7 años me agobiaron los abrazos, las explicaciones, me agotaron las mismas vistas, los idénticos besos de cada día y creí ver como finalizaba el amor que un día llegue a sentir.

Hoy te escribo arrepentido, porque poco después de alejarme de ti, observé como tu ausencia me pesaba, como me hervía cada poro de la piel cuando te recordaba, pero después del daño que te había causado no me parecía justo volver sin más, por eso trate de olvidarte, lo intenté con todas mis fuerzas, pero estabas en todo lo que me rodeaba, te sentía al caminar, imaginaba tus caricias cuando el viento me daba en la cara, te veía en cada sonrisa de los demás, en la prisa de los peatones al cruzar, en la fragancia de las personas con las que me cruzaba, en las miradas perdidas de los viajeros del metro, en el asiento del bar donde solías sentarte a tomarte el capuchino mientras yo te recordaba que llegábamos tarde, ya no me encontraba a tu lado y sin embargo te sentía mas que nunca, y sin embargo, ¡maldita sea! ni por esas logré encontrar valor para volver a buscarte.

Pienso en los últimos días que pasé contigo hasta terminar con nuestra relación y no me reconozco, era como si hubiese borrado el amor de mi alma y al mirarte solo viera a cualquier mujer, y por contra, ¡te amaba! te amaba tanto como el primer día, y por alguna extraña razón o patraña del destino yo no lo veía, y ahora no sabes cuanto me pesa lo que hice...

Te quiero, y esa, es la única verdad, te pido perdón por haberlo olvidado y por todo lo que te hice y te dije, espero que puedas olvidarlo o que al menos me des otra oportunidad, se que soy un cobarde por decirte todo esto por carta, pero temo que si voy a buscarte no me abras la puerta y no pueda decírtelo, al menos así se que la carta te llegará, si no me perdonas lo entenderé pero te pido que por favor recuerdes los siete años que hemos pasado juntos y que recuerdes que tan malos no han sido, al contrario, han sido maravillosos, se que lo destrocé todo al final, pero si conseguimos estar tan bien, creo que lo podremos volver a conseguir... espero que logres perdonarme, piénsalo con calma y respóndeme cuando lo tengas claro, un beso, te quiero.