sábado, 24 de julio de 2010

Me aferro a su recuerdo...


Lo siento, me gustaría decirte que ya no la quiero, que he olvidado su olor, su tacto y el sonido de su voz, pero no es así, aun la siento dentro de mi, puede que nunca deje de sentirla, aunque ya nada de lo que recuerdo sea mio, aunque tal vez haya cambiado su olor y otras manos la acaricien, aunque su voz perdida en mis recuerdos ya no se dirija a mi.

Puede que la memoria me falle y mis recuerdos solo sean un atisbo de lo que verdaderamente ella fue, pero es lo que recuerdo y me aferro a ello como un gusano se aferra a su capullo aun sabiendo que eso sea el fin, pero se adhiere a él porque su instinto le dice que sobrevivirá, que su espiritu seguira vivo en las alas de una mariposa...

A mi me pasa igual, necesito aferrarme a su recuerdo para no morir, porque cuando las cosas van mal, dejo volar la imaginación, y su sonrisa, su olor, su tacto y su voz vienen a mi como si estuviesen a mi lado, y es eso, es el recuerdo de ella lo que me da fuerzas para seguir... Porque aunque ya no este en mi vida, la ha marcado para siempre. Y su huella siempre estará en mi.